Un equipo de científicos agrícolas del USDA en el Estado Dorado está ayudando a los agricultores a aprovechar al máximo un recurso natural que se está volviendo cada vez más preciado: el agua.
California produce dos tercios de las frutas y frutos secos del país y un tercio de sus verduras, pero las temperaturas superiores a la media y la sequía a largo plazo han puesto a prueba los recursos hídricos necesarios para cultivar estos cultivos.
La mayor parte de las precipitaciones en California se producen durante el invierno, lo que significa que se necesita riego durante el verano para producir muchos de los cultivos del estado. Las temperaturas más altas y los cambios en los patrones de lluvia aumentan la demanda de agua y reducen la oferta. Como resultado, muchos productores utilizan estrategias de ahorro de agua, como el riego deficitario (limitando la aplicación de agua fuera de las etapas de crecimiento sensibles a la sequía) o incurren en el alto costo de perforar pozos de agua subterránea profundos.
Los investigadores del Centro Climático de California del USDA están desarrollando estrategias y enfoques para adaptar la producción agrícola de California a los factores de estrés climático, incluidos el calor extremo y la sequía. Los planes incluyen un proceso de cinco pasos para los productores que buscan mejorar la capacidad de adaptación de sus operaciones. El Centro de California y sus socios también han desarrollado hojas informativas sobre la salud del suelo, las enmiendas del suelo y el cultivo de carbono para asesorar a los productores sobre prácticas agrícolas informadas sobre el clima. Otra serie de hojas informativas explica cómo los bosques desempeñan un papel fundamental en el suministro de aire fresco, agua limpia, madera y más.
El California Climate Hub es uno de los 10 centros regionales apoyados por el USDA que desarrollan y brindan información y tecnologías basadas en la ciencia y específicas de cada región para mitigar los efectos del cambio climático en la agricultura.