Agosto es la época ideal para los arándanos silvestres, también conocidos como arándanos “lowbush”, en los Estados Unidos. Si bien más del 95 % de los arándanos silvestres se producen en Maine, los arándanos silvestres son originarios de la mayor parte del norte de los Estados Unidos.
Los arándanos silvestres son plantas perennes que se establecen de forma natural tras una perturbación, y la ubicación de muchos de los páramos de arándanos silvestres existentes se remonta al último período de glaciación en los EE. UU. Si bien es posible cultivar arándanos silvestres a partir de semillas, puede resultar complicado hacerlo y las plantas pueden tardar entre 8 y 10 años en madurar y producir bayas. Los arándanos silvestres también prosperan en condiciones ambientales y de suelo muy particulares que no están muy extendidas. Por lo tanto, la mayoría de los páramos comerciales de arándanos silvestres son campos naturales que los productores cuidan, incluso con perturbaciones periódicas (ya sea siega o quema) cada 2 o 3 años para aumentar los rendimientos.
Estas perturbaciones periódicas, junto con la gran diversidad genética que se produce en estos páramos naturales de arándanos silvestres debido a siglos de evolución, significa que normalmente se requieren relativamente pocos pesticidas para cultivar arándanos silvestres. Los productores de arándanos silvestres dependen en gran medida de las estrategias de Manejo Integrado de Plagas (MIP) para controlar las presiones típicas de malezas, plagas de insectos y enfermedades. Dicho esto, las plagas invasoras como la drosófila de alas manchadas plantean nuevos desafíos para la industria del arándano silvestre, y el USDA está trabajando en estrecha colaboración con expertos en extensión de la Universidad de Maine y otros lugares para garantizar que los productores de arándanos silvestres tengan las herramientas que necesitan para manejar estas nuevas amenazas.
No hay nada como recoger tus propios arándanos silvestres y comerlos frescos, pero afortunadamente el 98% de los arándanos silvestres cultivados en los EE. UU. se congelan rápidamente y se envían a todo el mundo para disfrutarlos en tu granola, muffins o tartas.
