Las comidas escolares son fundamentales para la salud y la nutrición de millones de niños de nuestro país.
Pero, cuando las clases se acaban en verano, los niños que dependen de comidas gratuitas o a precio reducido durante el año escolar de repente enfrentan el mayor riesgo de pasar hambre. Cuando se combina esta inseguridad alimentaria con la recuperación de la pandemia y el aumento de los precios de los alimentos, es motivo de verdadera preocupación.
Al brindarles a las familias los beneficios de alimentación EBT durante los meses de verano, el USDA está aprovechando una solución exitosa y basada en evidencia que reduce el hambre infantil. Un estudio reciente determinó que el programa EBT de verano redujo en un tercio la cantidad de hogares con niños que no siempre tenían lo suficiente para comer. Este tipo de apoyo a las familias y las comunidades es exactamente lo que las familias estadounidenses necesitan en este momento.
Será necesario un esfuerzo colectivo para superar la brecha alimentaria que existe para tantos niños durante el verano. El USDA está listo para brindarles a los estados el apoyo que necesitan para implementar de manera eficaz y eficiente los beneficios EBT durante el verano.
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