El Programa Nacional de Almuerzos Escolares proporciona comidas nutritivas a unos 30 millones de niños diariamente en los Estados Unidos. Tal éxito no habría sido posible sin los esfuerzos iniciales y las contribuciones constantes de las mujeres. Durante más de un siglo, las mujeres han liderado el camino en la creación de programas que proporcionan alimentos saludables a los niños de comunidades desfavorecidas. Y lo que comenzó como esfuerzos locales se ha convertido en programas federales básicos.
A principios de siglo, Estados Unidos experimentó una gran afluencia de inmigrantes y una fuerza laboral industrial emergente. Estas poblaciones a menudo estaban empobrecidas y desnutridas, lo que inspiró la formación de organizaciones para proporcionar comidas nutritivas a los niños. En 1894, la Asociación del Centro Starr en Filadelfia comenzó a servir almuerzos de un centavo. Luego, en 1908, la Unión Educativa e Industrial de Mujeres comenzó a proporcionar almuerzos calientes a los estudiantes de Boston. Al frente de estas organizaciones estaban las mujeres que cocinaban y servían las comidas. Estas mujeres también enseñaban a los niños la importancia de la nutrición y la elección de alimentos saludables. El programa de almuerzos tuvo un gran impacto, ya que los maestros descubrieron que las comidas proporcionaban otros beneficios físicos y mentales a los estudiantes, incluida una mayor atención. El éxito dio lugar a programas similares en otras ciudades y en la América rural.
Los estudiantes siguieron mostrando mejoras como resultado de las comidas escolares y, en la década de 1930, 15 estados habían implementado programas similares. Durante la Gran Depresión, el New Deal amplió las comidas escolares a nivel federal y empleó a casi 7.500 mujeres. Finalmente, en 1946, el Congreso aprobó la Ley Nacional de Almuerzos Escolares, que dio autorización permanente a los programas de almuerzos escolares.
Hasta el día de hoy, estos programas brindan a los niños estadounidenses alimentos saludables y promueven la seguridad nutricional. Gracias a sus esfuerzos, las mujeres son parte integral de la historia de los programas de comidas escolares. En este Mes de la Historia de la Mujer, honramos a las innumerables mujeres que han brindado seguridad nutricional a los niños.
