Las ventas de madera son una parte importante del trabajo para reducir el riesgo de incendios forestales en los bosques y pastizales nacionales. Sin embargo, muchas de las políticas que rigen la forma en que se cosechan y venden los productos forestales tienen décadas de antigüedad, y las condiciones de los bosques, el clima, los mercados de productos forestales y nuestra fuerza laboral han cambiado.
Ahora, una temporada de incendios récord pone de relieve por qué es tan importante restaurar los bosques y reducir los combustibles peligrosos cuando los talamos. A esto lo llamamos gestión activa.
En la actualidad, dedicamos cada vez más recursos a la respuesta a los incendios forestales. Al mismo tiempo, los árboles pequeños de bajo valor de mercado representan una amenaza de incendio forestal para las comunidades cercanas a los bosques nacionales. Esto requiere un cambio radical en la forma en que abordamos nuestro trabajo.
En los últimos años, el Congreso ha otorgado al Servicio Forestal nuevas facultades para aumentar el ritmo y la escala de la restauración forestal. En 2017, el Servicio Forestal tomó estas nuevas facultades y emprendió un esfuerzo para modernizar y alinear nuestras políticas de productos forestales con las nuevas realidades. Ya no se trata solo de cumplir con nuestros objetivos de volumen vendido; aún más importante es tratar los acres correctos en el momento correcto trabajando con los gobiernos estatales, de condado y tribales y socios del sector privado.
Este mes, publicamos el primer conjunto de actualizaciones propuestas a docenas de nuestros Manuales y Guías de Gestión de la Madera para que el público pudiera hacer comentarios al respecto. Las actualizaciones de políticas reflejan nuestro compromiso con la gestión compartida y brindan a los empleados en el terreno más flexibilidad para seleccionar las herramientas adecuadas para el trabajo en función de los objetivos de salud forestal, los mercados locales y otros factores.
En el suroeste, gestionamos casi 8,5 millones de hectáreas de bosques y pastizales, la mayoría de los cuales necesitan restauración. También es necesario eliminar materiales de bajo valor y que los mercados locales los absorban y permitan a las comunidades rurales acceder a leña para calefacción y cocina.
Muchas de las actualizaciones de políticas propuestas abordan estos desafíos. Una nueva política fomenta un trabajo más amplio con nuestros socios a través de las Autoridades de Administración y Buena Vecindad, al tiempo que tiene en cuenta las necesidades locales, la capacidad y la relación costo-beneficio.
La reducción de las tasas mínimas nacionales para los tocones asociados con las ventas de madera en los bosques nacionales nos ayudará a hacer que los materiales de bajo valor sean más comercializables, en particular para los contratos de administración y los tratamientos de restauración. Una nueva disposición para los proyectos de administración de hasta 20 años dará a nuestros socios industriales y aserraderos más certeza en la planificación a largo plazo de sus inversiones en mano de obra y equipo.
En las ventas tradicionales de madera, cada árbol que se va a cortar o dejar se marca con pintura. Este es un proceso costoso y que requiere mucho tiempo. La nueva política, llamada Designación por prescripción (DxP), permite al operador seleccionar qué árboles cortar en función de la condición final deseada del área de venta. En el suroeste, ya estamos utilizando la DxP en proyectos como la Iniciativa de Restauración de los Cuatro Bosques (4FRI) , y nos está ayudando a aumentar el ritmo de la restauración.
Estos son solo algunos de los muchos cambios que se avecinan. A medida que implementemos más actualizaciones de políticas, estaremos mejor preparados para cumplir con nuestra misión de cuidar la tierra y servir a la gente, pero no lo haremos solos. Tendremos un nuevo mandato, reflejado en las políticas de nuestra agencia, para acercarnos a los socios y trabajar juntos para hacer el trabajo correcto, en el lugar correcto, en el momento correcto.
