Más de 42 millones de nuestros vecinos dependen del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP , por sus siglas en inglés) para alimentar a sus familias. El USDA recientemente reevaluó el Thrifty Food Plan (TFP, por sus siglas en inglés), que se utiliza para establecer los beneficios del SNAP, lo que aumentó el poder adquisitivo del plan en un 21% por primera vez desde que se introdujo en 1975. Como resultado, el 1 de octubre, los montos máximos de los beneficios del SNAP aumentarán.
Al mismo tiempo, también entrarán en vigor otros cambios en los montos de los beneficios. Por ejemplo, desde enero de 2021, un aumento del 15 % en los beneficios del SNAP ha proporcionado un alivio muy necesario a los estadounidenses en dificultades. Ese aumento temporal expira el 30 de septiembre, pero su impacto se verá compensado por el ajuste del TFP, por lo que la mayoría de las familias verán un aumento modesto en los beneficios.
Otra ley relacionada con la pandemia aumentó los beneficios del SNAP de los hogares al máximo para su tamaño. Estas “asignaciones de emergencia” continúan en la mayoría de los estados, pero se eliminarán gradualmente a medida que finalice la emergencia de salud pública estatal y/o federal. Cuando eso suceda, los beneficios promedio serán de aproximadamente $169 por persona, menos de lo que la mayoría recibe actualmente, pero más alto que los $133 que habrían recibido sin la reevaluación del TFP.
He aquí un ejemplo: en octubre de 2020, una persona mayor que vive sola y recibe $500 de ingresos del Seguro Social por mes habría recibido $54 en beneficios mensuales del SNAP, pero con las asignaciones de emergencia, recibió $204. Esto aumentó a $234 en enero pasado debido al aumento del 15%. Este octubre, ese aumento terminará cuando entre en vigencia la reevaluación del TFP, por lo que su beneficio aumentará de $234 a $250. Una vez que finalicen las asignaciones de emergencia, su beneficio disminuirá a $100, más que los $54 que recibía antes del COVID debido a la reevaluación del TFP.
La pandemia ha puesto de manifiesto los complejos desafíos de la inseguridad alimentaria, especialmente en los hogares con niños y en las comunidades de color. Sin embargo, incluso antes de la COVID, millones de participantes del programa SNAP tenían dificultades para costear una dieta nutritiva. La reevaluación del TFP puso alimentos saludables al alcance de los participantes del programa SNAP como uno de los muchos esfuerzos de la Administración Biden y el USDA para reconstruir mejor.