Vemos titulares sobre desastres naturales todo el tiempo: huracanes en el sur, incendios forestales en el oeste, inundaciones, tornados y la lista continúa. Pero ¿nos detenemos a pensar en cómo esos desastres naturales afectan a los animales, especialmente a los que se encuentran en zoológicos, santuarios y otras instalaciones autorizadas? Además de prepararse a sí mismos y a sus familias para diversas emergencias, los titulares de licencias de la Ley de Bienestar Animal también deben considerar cómo proteger el bienestar de todos sus animales cuando sucede lo inesperado.
Una parte fundamental de garantizar el bienestar animal es asegurarse de que las instalaciones puedan seguir proporcionando alimentos, agua, alojamiento, protección y atención veterinaria adecuada a los animales durante una emergencia, especialmente si las instalaciones están dañadas o los cuidadores de los animales no pueden llegar a ellas. Esto significa anticipar posibles emergencias, planificar con antelación y capacitar al personal para proteger a los animales.
El Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del USDA acaba de anunciar una norma final que exige que las instalaciones reguladas desarrollen de manera proactiva planes de contingencia para proteger a sus animales. Al igual que las familias planifican cuidadosamente cómo reaccionarán y responderán ante emergencias o desastres que las afecten, esta norma garantizará que las empresas reguladas se tomen el tiempo y el cuidado necesarios para pensar con anticipación en el bienestar de sus animales y garantizar que sea una prioridad.