Imagina que tienes 18 años, vives en un pueblo rural y estás pensando en tus próximos pasos. Quieres oportunidades para aprender, conocer gente nueva y viajar por el mundo.
Esto es exactamente lo que BreAnna Martínez estaba experimentando cuando se alistó en la Fuerza Aérea de los EE. UU. en 2003. Lo que comenzó como una forma de pagar la universidad, rápidamente se convirtió en una misión de toda la vida de servir a su país en el ejército y en el servicio público.
“Rápidamente comprendí el honor que supone ser parte del 1% de la población que se ofrece voluntariamente para servir a mi país a través del servicio militar activo”, dijo el Sargento Mayor Martínez.
Martínez se especializó en operaciones de mando y control, donde desempeñó funciones fundamentales en la planificación y coordinación logística de las misiones de la Fuerza Aérea. Desde asegurar las autorizaciones del espacio aéreo hasta garantizar que la tripulación y la carga correctas estuvieran en el avión y brindar apoyo a los pilotos durante el vuelo, Martínez trabajó entre bastidores para garantizar que cada misión fuera un éxito.
Su servicio militar le dio la oportunidad de trabajar en misiones críticas en todo el mundo, como situaciones de combate activo, comando y control nuclear, ayuda humanitaria y recuperación de desastres naturales.
Actualmente en la Reserva de la Fuerza Aérea, Martínez se desempeña como líder sénior y gerente de misión en la Base de la Fuerza Aérea Travis. En 2016, se embarcó en su carrera civil en la Agencia de Servicios Agrícolas del USDA.
“Después de mi servicio activo, busqué un puesto que me permitiera contribuir a un entorno de misión crítica y orientado al trabajo en equipo”, dijo Martínez. “USDA era la opción perfecta”.
El otoño pasado, Martínez dio otro paso adelante. Vio una vacante para asesora de asuntos internacionales en la Oficina del Científico Jefe del USDA y presentó su solicitud.
Tan solo una semana después, Martínez consiguió el puesto. Ahora ayuda a coordinar la cartera de investigación y ciencia internacional del USDA. Esto implica analizar cuestiones de política internacional, asesorar a los líderes del USDA sobre iniciativas científicas globales y preparar recursos clave para respaldar la toma de decisiones.
“Mi tiempo en el ejército me enseñó la importancia de la adaptabilidad y la comunicación eficaz, especialmente cuando se trabaja con personas de diversos orígenes”, afirmó Martínez. “Estas habilidades han sido invaluables en mi función en el USDA”.
El trabajo de Martínez en el USDA no solo se alinea con su experiencia militar, sino que también rinde homenaje a su familia y al pequeño pueblo de Nevada donde creció. Aprendiendo los entresijos de sus abuelos pastores de ovejas y ganaderos, desarrolló un profundo aprecio por la agricultura. Ahora, en el USDA, aplica su experiencia militar y su conocimiento agrícola para generar un impacto.
