Mientras la pandemia de COVID-19 continúa afectando a todos, muchos estadounidenses se enfrentan a la inseguridad alimentaria. De hecho, el año pasado, más de 29 millones de adultos y 12 millones de niños tuvieron dificultades para comprar alimentos, mientras que más de 1 de cada 5 adultos y niños afroamericanos y latinos informaron sobre inseguridad alimentaria.
En respuesta rápida, la administración Biden-Harris desplegó recursos de emergencia aprobados por el Congreso a través de la Ley de Respuesta al Coronavirus de Familias Primero. Al mismo tiempo, el USDA continúa brindando a millones de estadounidenses acceso a alimentos saludables gracias a la inversión de $12 mil millones que el Congreso proporcionó a través del Plan de Rescate Estadounidense. A través de estos recursos, hemos podido aumentar los beneficios de SNAP y cerrar las brechas de alimentación para los niños.
El programa de Transferencia Electrónica de Beneficios por la Pandemia (P-EBT, por sus siglas en inglés) también ayudó a ampliar los beneficios y la asistencia nutricional para las familias afectadas por la crisis. El P-EBT proporciona a las familias con dificultades económicas dólares para alimentos equivalentes al valor de las comidas que no pudieron recibir debido al cierre de escuelas y guarderías a causa de la pandemia. El USDA también aumentó los beneficios del P-EBT en un 15 % por día para abordar la inseguridad alimentaria infantil y este verano proporcionó fondos para comidas a muchos estudiantes cuando cerraron las escuelas.
En Virginia Occidental, un programa de transferencia de dinero de la granja a P-EBT permite a las familias participantes duplicar o triplicar sus beneficios cuando compran en mercados de agricultores, puestos callejeros, mercados móviles y tiendas seleccionadas. Los participantes reciben una contribución equivalente de uno a uno cuando compran artículos que califican para SNAP usando P-EBT y pueden recibir una contribución equivalente de uno a dos si traen a sus hijos cuando compran alimentos.
Gracias a P-EBT, los estadounidenses afectados por la pandemia tienen una cosa menos de qué preocuparse a la hora de preparar comidas. La continuación de P-EBT en 2021 proporcionó seguridad alimentaria a millones de estadounidenses y, hoy, FNS está trabajando con los estados para continuar con el esfuerzo durante 2022.
