La cumbre NO MAS HAMBRE celebrada recientemente en Washington DC para crear conciencia sobre el hambre en la comunidad latina reunió a líderes gubernamentales, grupos sin fines de lucro, empresas y miembros de la comunidad para hablar sobre soluciones a un problema endémico que a menudo pasa desapercibido – el que casi uno de cada tres hogares latinos con niños se enfrenta al hambre en este país.
Al mismo tiempo, los latinos están desproporcionadamente afectados por el aumento de las tasas de obesidad infantil, con casi el 40 por ciento de los niños latinos con sobrepeso u obesidad. Esta paradoja de la desnutrición y la obesidad es a menudo mal entendida, así que me dio gusto facilitar una plática durante la cumbre sobre cómo las organizaciones religiosas se han unido con la iniciativa del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) conocida como La Mesa Completa y como parte de la iniciativa A Moverse Iglesias y Comunidades (Let’s Move Faith and Communities) para combatir el hambre y promover comunidades más sanas.
En el USDA, estamos trabajando para asegurar que todos tengan acceso a una alimentación saludable, especialmente en un país tan abundante como los Estados Unidos. Sin embargo, estudios nos muestran que más de 50 millones de personas en los EE.UU. se enfrentan al hambre, un 14.9 por ciento de los hogares. Para los latinos en EE.UU., la cifra es del 27.9 por ciento, casi el doble. Entre los niños latinos, el 32 por ciento se enfrenta a la inseguridad alimentaria.
Debido a que la inseguridad alimentaria entre los latinos es más alta que el promedio nacional, es una prioridad para el USDA conectar a las personas elegibles con la información sobre los programas de asistencia nutricional. Los 15 programas de asistencia nutricional del USDA son la primera línea de defensa en Estados Unidos contra el hambre. Estos programas afectan la vida de 1 de cada 4 estadounidenses durante el transcurso de un año. De acuerdo con el Censo de EE.UU., en el año 2050, uno de cada tres niños estadounidenses será de origen hispano. Dado este actual y futuro contexto, los programas federales de asistencia nutricional y nuestros esfuerzos colectivos para promover comunidades más saludables nunca ha sido más crítica que hoy en día.
El trabajo de nuestros aliados como Alliance to End Hunger, la Asociación Hispana Evangélica (NHCLC por sus siglas en inglés) y el Centro Católico Hispano son ejemplos de cómo las organizaciones están colaborando en conjunto con los líderes religiosos y comunitarios, las escuelas, los ciudadanos voluntarios, las empresas, los productores agrícolas, agencias federales, funcionarios electos estatales y locales, con persistencia y creatividad para ayudar a los menos afortunados a obtener la nutrición que necesitan y para promover comunidades más saludables hoy y en el futuro. Con la ayuda de todos, el hambre es un problema que sí podemos solucionar.
