Como Administradora Diputada del Programa SNAP, tuve el gran honor de acompañar a nuestro socio, el Consejo Nacional de La Raza (CNLR), a líderes comunitarios, familias y a un representante de la campaña ¡Vamos a Movernos! (Let´s Move!) de la Primera Dama durante una conferencia de prensa para promocinar prácticas prometedoras y políticas que pueden ayudar a cambiar la situación relacionada con el hambre y la obesidad infantil, y también a mejorar el acceso de los niños hispanos y sus familias a alimentos nutritivos. La conferencia de prensa fue realizada el día siguiente que el USDA publicó el Informe de Seguridad Alimenticia de Unidades Familiares en los Estados Unidos para 2009 (2009 Household Food Security Report in the United States). La conferencia de prensa del CNLR se hizo para llamar la atención a la población de mayor crecimiento y más joven de los Estados Unidos, a la que se le dificulta llevar comidas sanas a la mesa debido a la falta de acceso a alimentos nutritivos. Los niños hispanos están entre los que corren más riesgo de tener sobrepeso y obesidad; aunque, a la misma vez, tienen la mayor probabilidad de pasar hambre. Tanto la obesidad como el hambre tienen efectos graves sobre la salud y el bienestar de los niños – los cuales representan grandes prioridades del gobierno del Presidente Obama.
En el centro Mary´s Center for Maternal and Child Care en Washington, D.C., nos recibieron con el rico olor de alimentos recién preparados. Antes de la conferencia, tuvimos un desayuno informal con una nutricionista, familias y mujeres jóvenes del Mary´s Center, donde los cocineros hicieron demostraciones de cocina. Los menús se prepararon con alimentos nutritivos, apetitosos a la vista y deliciosos, aprobados por el programa WIC. Pude observar con mis propios ojos el papel importantísimo que juega el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños (conocido como WIC) en proveer asistencia nutricional a mujeres embarazadas y niños pequeños. Los alimentos reflejaron los cambios hechos recientemente a los paquetes de alimentos para que sean más sanos y relevantes a la cultura de nuestros participantes.
El desayuno ayudó a preparar la escena para los mensajes comunicados por los oradores, cada uno de los cuales habló sobre la conexión entre la nutrición infantil, los resultados de salud infantil y los logros futuros. Al dar una mirada por el Centro, en realidad me sentí muy entusiasmada por la ardua labor y la dedicación de este importante socio comunitario que provee una amplia gama de servicios a la comunidad. En otras palabras, es un programa que hace mucho por la salud de su comunidad.
Mientras estuve en el Centro, tuve la oportunidad de hablar del gran compromiso del gobierno con la asistencia nutricional como apoyo esencial a las familias de bajos ingresos. Mi enfoque fue claro: el gobierno sigue completamente comprometido con la asistencia nutricional como apoyo esencial a las familias de bajos ingresos. Sabemos que para eliminar el hambre tenemos que mejorar el acceso a nuestros programas y eliminar los obstáculos que evitan que las personas participen. Hemos hecho mucho por lograr nuestra meta, pero tenemos que seguir trabajando con métodos nuevos y creativos para que más familias hispanas participen en nuestros programas.
El poder de nuestros programas me vino a la mente cuando escuché la historia de Brenda Alvarado, una chica de 17 años de edad que se benefició del programa WIC como bebé y continúa participando en los programas de asesoramiento de salud y nutrición que se ofrecen en el Mary´s Center. El mensaje de lo mucho que estos programas han representado para ella y su familia cautivó a todos los que se encontraban en la sala. La historia de Brenda ilustra cómo nuestros programas tienen el poder de cambiar vidas.